Otra vez, liguilla sin seleccionados

Por Daniel Fajardo

México es uno de los países que previo a una copa del mundo, se toma muy en serio su preparación, al grado que ocupa poco más de dos meses para entrenar.

La planeación se presentó hace poco más de un año, representantes de la Federación Mexicana de Fútbol dieron una conferencia detallando desde las fechas de partidos de preparación hasta el famoso hotel donde la selección se hospedaría y que nos costo hace algunos días el partido de preparación frente a los portugueses.

Todo parece estar en orden pero torneo tras torneo se comete el mismo error, ¡y la liga local!, desde hace algunos mundiales y el aumento de la participación de los clubes mexicanos en competencias internacionales, se sigue poniendo en jaque a la liga local.

Ya estamos acostumbrados ver en las fases finales de los torneos a los equipos que cuentan con alguna participación en Copa Sudamericana o Copa Libertadores jugar con sus equipos B porque las fechas coinciden o bien hay pocos días de diferencia entre una y otra.

Esta situación no ocurre en Europa donde podemos ver jugar a un gran nivel a diversos equipos en diferentes torneos de manera simultánea, situación que no ocurre en nuestro país donde incluso con la famosa “concachampions” no nos damos abasto.

Y el aficionado ¿qué culpa tiene de de esta mala planeación?, creo se nota más que nunca que la falta de seleccionados termina por desentonar un torneo tan limitado creativamente como el nuestro, basta retirar algunos jugadores que son clave en los equipos para que la liga sea una aburrición total.

¿Qué podemos esperar de una liguilla en estas condiciones?, sin duda una recta final sin pena ni gloria.

¿Por qué no planear mejor estas competencias?, en el Mundial de 1986, al ser México organizador del certamen, tuvo que sustituir el torneo local por una pequeña copa llamada Copa México, donde el sistema de clasificación y competencia se modificó para hacer un torneo más breve y sacar un campeón, una medida inteligente que por lo menos mantuvo la calidad del torneo.

Jugar la recta final del torneo y la liguilla sin seleccionados se me hace absurdo, porque es el reflejo de la poca visión de los federativos quienes cometen una y otra vez los mismos errores, y también una falta de visión de los mismos clubes quienes centran su funcionamiento en unas pocas figuras y se olvidan de trabajar a jóvenes competitivos producto de sus fuerzas básicas para poder suplir en este caso a jugadores del primer equipo.

La solución es simple, hay que aprender a planear, pensar en la afición y el espectáculo, y no sólo por sólo intereses económicos, los partidos se disputan, el aficionado paga su entrada pero encuentra un partido desangelado.

Es como la situación absurda de cuando un equipo viene de jugar un partido en libertadores y al otro día tiene un compromiso en nuestro país, el equipo local no tiene la cortesía de mover el partido para tener los dos equipos al 100%, y más aun que la Federación se lave las manos y no tenga la voluntad de organizar esta situación ventajosa que poco ayuda al espectáculo.

Qué bueno que se planee lo mejor para que la selección tenga un buen torneo, pero estas medidas sin duda deben ser pensadas también en no afectar la liga local. Otros países nos han demostrado que si se puede, sólo hay que ponernos a trabajar y jugar todos como equipo.