A veces los sueños y los caminos que se recorren para cumplirlos no se manifiestan como nosotros quisiéramos y en ese andar dentro de los desvíos que el destino nos traza y que parecen divertirle, surge Corazón de Mantou, una propuesta teatral que nos invita a reflexionar sobre nuestra vida actual y las situaciones que nos han conducido a lo que hoy es nuestro presente.
¿De qué trata Corazón de Mantou?
La obra narra la extraordinaria travesía de una mujer que cree tener su vida bajo control y se ve repentinamente encarcelada y deportada de China. De regreso en México, su tierra natal, la protagonista enfrenta un viaje introspectivo donde se entrelazan la realidad y los sueños.
Créditos
Bajo la dirección de Patricia Madrid, el montaje a teatro corrió a cargo de Joshua Sánchez quien a través de las compañías Aurora Teatro y Pasajeros de Caronte llevaron a la realidad esta enorme adaptación parte realidad, parte ficción basada en la experiencia personal de la protagonista la actriz Gina Sagar en donde se nos muestra lo inesperado que es el proceso de aceptación de una realidad que nos supera y de las decisiones que tomamos las cuales no siempre nos llevan al lugar que deseamos
Tras bambalinas con Gina Sagar
Charlando con la protagonista me comparte que en este monólogo de una hora, los espectadores encontrarán una historia que nos enseña a dejar fluir y que a pesar de que fallemos podemos seguir intentándolo una y otra vez, tal cual es la experiencia de preparar un Mantou que es un panecillo chino que se utiliza como hilo conductor para que a manera de analogía se demuestre este punto de vista sobre lo que busca comunicar la trama.
Parte del ejercicio de adaptación me comenta, usó los conocimientos en constelaciones que tiene la directora de la obra, Patricia Madrid, quien logró utilizar este enfoque analítico – terapéutico para dar junto con el dramaturgo, Joshua Sánchez un mayor realce a los momentos de interiorización de la obra para poder lograr una mayor conexión con los asistentes.
Es importante señalar que la musica de la obra es original y corre a cargo de Aldo Obregón quien además aporta el diseño sonoro de la producción lo que hace que toda la producción haya sido realizada por poblanos.
Colaboración especial para
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