Libertad de expresión: ¿derecho u obligación?

L.C. Daniel Fajardo 

 Durante esta semana se celebró el “Día de la libertad de expresión” donde muchos medios hablaron sobre dignificar este día como una oportunidad de decir abiertamente lo que se piensa, eso sí siempre con responsabilidad y enfocado al beneficio social.

Al concluir de ver muchos de los espacios noticiosos que trataban este tema lo primero que vino a mi mente fue ¡qué poca memoria tenemos!

Hace no más de dos meses, los mismos medios de comunicación se reunían solemnemente para hacer un anuncio a la nación y decir “no más cobertura de violencia” realizando un pacto de autocensura a beneficio de “la sociedad”, ¿no atenta este acto a los ideales de la libertad de expresión que tanto se presumieron durante esta semana.? 

Analicemos entonces para poder defender la postura de todos estos medios ¿cuáles han sido los resultados tangibles por esta decisión?, ¿reducir la cobertura ha disminuido la violencia en nuestro país?, ¿por qué no pactar por contenidos de mejor calidad en lugar de simplemente reducir la basura informativa que muchos medios nos vendían como “periodismo de investigación?”

Creo la deducción es lógica, erróneamente hemos atribuido el concepto de libertad de expresión a los medios de comunicación cuando en realidad es un acto que todos, por responsabilidad social deberíamos tener, porque los medios de comunicación podrían ejercer la libertad de expresión difundiendo miles de movimientos que se realizan en nuestro país exigiendo justicia donde los ciudadanos se organizan y manifiestan en diversas instituciones y que penosamente no reciben una cobertura digna salvo por escasos medios especializados. Y peor aun cuando aparece el oportunismo informativo cuando el movimiento va en serio y más allá de informar la prontitud de la información sacrifica la veracidad del acto y vale más llegar primero que preguntar de que se trata.

La libertad de expresión es una responsabilidad de todos, tanto para ejercerla como para cuidarla, es un derecho esencial para la supervivencia de nuestra sociedad, olvidémonos de ser periodistas para ejercerla, todas las personas que quieran un cambio, que quieran a su país, que quieran mejores condiciones para los demás la pueden ejercer, la realizan al organizar actividades en pro del medio ambiente, niños discapacitados, madres solteras, por mencionar algunos que nos enseñan una manera diferente de leer el discurso de la libertad de expresión que más allá de ser sólo un guión reproducido en medios de comunicación, debe ser acción y como tal manifestarse en diversas actividades como millones de emprendedores realizan a diario en todo el país con diversos actos.

El día de la Libertad de expresión es una fecha sí para reflexionar pero más que eso, es para juzgar y para preguntarnos ¿qué estoy haciendo para crear un mundo diferente?, ¿de qué manera alzo mi voz en la sociedad y me manifiesto como un ser útil en la búsqueda del bien para los demás?, ¿en qué momento ejerzo mi libertad y controlo mi destino?, muchos mexicanos somos consecuencia del entorno cuando deberíamos ser protagonistas.