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¡Quién fuera Cabañas!

Sí, quien fuera este jugador que sin deberla ni temerla fue, como no se cuantos millones de mexicanos, víctima de la violencia, impunidad, tráfico de influencias y corrupción en la que vive nuestro país desde hace ya varios años y, no sabemos si por ser jugador de uno de los equipos más importantes de nuestro país, o bien quizás destacada figura pública o por ser jugador titular de la selección nacional de fútbol paraguaya, pero la atención que ha recibido este caso, es envidiable para muchos mexicanos.

Un intento de asalto, una simple disputa que más da, el acto un hombre es herido en la madrugada por un disparo de bala, ¿Cuántos de estos casos ocurren a diario en nuestro país?, ¿cuántos de estos son atendidos con tanta “eficiencia” (entre comillas porque eso de mencionar a un presunto culpable que ya estaba en la cárcel no pudo ser más caricaturesco)?

Casos como los de Paco Stanley, Mariana Levy, por citar algunos han sido una clara muestra de lo que una persona pública puede conseguir. Lograr que nuestras autoridades se pongan a trabajar.

Casos incluso que en cuestión de horas son resueltos tienen como marco quizás el que la gente exige justicia, que los mismos miembros de la televisora ejercen una presión directa sobre las autoridades, ¡exhibiéndolas!, no se pero seguramente millones de mexicanos hoy desearían ser Cabañas y que sus casos no quedarán como casos cerrados sin resolver. Donde las autoridades boletinaran por cielo, mar y tierra  una búsqueda frenética por tratar de resolver en breve este problema.

Pero no, el mexicano común es el que debe hacer cola en el ministerio público, aguantar caras largas de las autoridades, el esperar a que persona van a turnar su caso y si bien va tener una respuesta a la brevedad.

Los crímenes contra figuras públicas son el mejor pretexto para mostrar que las autoridades de nuestro país sí hacen su trabajo, y es que ¿quién no? Con cámara enfrente a todos les gusta mostrar su mejor ángulo. Y el de las autoridades es el de ser eficientes, llegar de inmediato a la escena del crimen, indagar por las pruebas y todo este circo que hemos visto en la última semana, y es que en este tipo de sucesos, muchos ven la oportunidad para tener sus 5 minutos de fama.

¡Quien fuera Cabañas hoy!, el gobierno debe entender que todos en este país tenemos los mismos derechos, todos son figuras públicas, no hay ciudadanos de categorías, la justicia se imparte de forma imparcial, no se tiene que desfilar en algún medio para que las autoridades les atiendan.

Ya no hablemos de dar a los mexicanos su lugar frente a las autoridades, esta editorial es un llamado a estas “autoridades” para que ¡le den a los ciudadanos su lugar!