Una anécdota canina sobre el apego

Tíntin

Tíntin

Él es Tintín, hace casi un año, fue rescatado de la calle y adoptado. La sabiduría de la vida nos rodea, a veces dedicamos mucho tiempo tratando de encontrarla buscando la respuesta en lo más profundo de nuestro ser y filosofando cuando en realidad, otro camino igualmente efectivo y quizás más fácil se puede recorrer cuando tenemos los sentidos y la capacidad de percibir lo que nos rodea al 100%.

Hace algunos días platicaba con una amiga acerca del acto de extrañar, y como incluso nos duele no tener algo que deseamos con nosotros, unos días más tarde caminaba con Tintín, las tardes de otoño que recién inician nos regalan suaves brisas que conjugadas con el caer de las hojas nos presentan un escenario de nostalgia.
Por un instante Tintín se detuvo y parecíamos estar conectados ambos disfrutábamos ese espectáculo de la naturaleza y ambos gozábamos nuestro presente, observaba a Tintín y pensaba ¿Qué sería de mi mascota si en lugar de disfrutar este momento estuviera añorando la vida que tuvo antes de perderse?
Cuando lo llevé al veterinario la primera vez, me confirmó que Tintín posiblemente tendría cerca de un año perdido y que por sus conductas era un hecho que vivió en alguna casa.
Los animales viven solo el presente no tienen como los seres humanos conciencia del tiempo ¿pero acaso es necesaria? ¿De qué nos sirve el pasado si lo usamos para no disfrutar el presente?, ¿de qué nos sirven los recuerdos si solo los usamos para extrañar lo que no tenemos?
La vida es muy sencilla, simple, para disfrutarse. Tintín vive su presente, su nueva realidad, quizás agradecido por tener un nuevo hogar, quizás no porque no le importa, simplemente es feliz y no piensa nada más, no extraña, no le apura el futuro ni se ata a su pasado, no pide algo que no tiene, igual que yo en ese momento solo disfruta el viento pasando entre las hojas, el presente y lo que tenemos en este momento es lo que nos llena, el pasado no lo usamos y el futuro no nos importa.
Lo que tenemos en nuestras manos es lo que nos complementa, ¿para qué estropear este momento añorando lo que no tenemos o pensando en lo que aún no llega?
Tenemos mucha sabiduría que aprenderle a la naturaleza pero sobre todo a quienes nos muestran día a día lo fácil que es ser feliz y lo ligero que es la vida cuando no cargamos con cosas innecesarias.

Daniel Fajardo