Candidatura independiente ¿y luego?

Por años se ha hablado acerca no de la importancia sino de la necesidad de actualizar el proceso democrático en nuestro país, el contexto, jóvenes cada vez menos interesados en participar en los procesos electorales, candidatos menos preparados, autoridades más corruptas, gobiernos cada vez con menos credibilidad y aunque esto se lee como temas de suma gravedad, lo más grave aun es que con estos tópicos tan solo estamos mencionando algunos de los conflictos que vive nuestra democracia en la actualidad, diría Freud, tan solo la punta del Iceberg.
En un inicio, la revolución era abanderada por un candidato, la idea de pensar “este es el bueno” sucedía cada periodo electoral con el mismo resultado, “a final de cuentas salió como todos” es lo que se argumentaba al concluir su etapa, al final, los ciudadanos se dieron cuenta que el camino no estaba en los políticos sino que el cambio tendría que venir desde una iniciativa ciudadana.
¿Evolución?
La figura de la candidatura independiente tomó forma y se fortaleció, la ley permitía en lo más básico que los ciudadanos tuvieran la oportunidad de proponer en las urnas a un candidato que no apareciera en la boleta, siempre existía ese pequeño cuadrito que muchos usaban como broma para asignar a un candidato imaginario o fuera de la realidad.
Éste pasó de un ficticio a una realidad, inicialmente algunos ciudadanos empezaron a utilizar esta fórmula pero al final, muchos políticos que encontraban barreras para sus aspiraciones de gobernar adoptaron esta modalidad, y para sorpresa de muchos el modelo empezó a funcionar hasta el grado de tener incluso un gobernador de Estado, Nuevo Leon, como fruto de esta vía electoral.
Candidatos independientes, ¿pan con lo mismo?
Lamentablemente la incursión de los políticos en esta alternativa ciudadana ha contaminado el proceso con lo mismo, corrupción y cinismo.
Los escándalos que rodean a los independientes (muchos de ellos insisto políticos que no encontraron el apoyo de sus partidos) es el mismo que otros políticos, falsificación de firmas, recursos de dudosa procedencia, discursos que acusan al sistema y declaran la guerra a otros en lugar de uno lleno de propuestas, ¿le suena familiar?, ¿lo esperaba para la alternativa de un candidato independiente?
La candidatura independiente se convierte en una oportunidad de hacer negocio como es la política en nuestro país.

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