¿Quién merece ir al mundial?

Una guía rápida para quienes creemos ser técnicos y nomás nos quedamos mirando

Por Daniel Fajardo

Cuando vas al estadio o ves el partido en casa puedes encontrar diferentes tipos de aficionados, unos son los apasionados que pareciera se desconectan del mundo y el 100% de su atención está en lo que ocurre en la cancha, sufren, lloran y hasta brincan al momento de la anotación o al marcar una falta.

Para otros el fútbol es sólo un paisaje, el marcador es lo de menos, y por si fuera poco igual y ni conocen a los jugadores del equipo, pero eso si unos buenos tragos son lo que no deben faltar en el evento, así que cualquier partido de fútbol es el pretexto ideal para pasar un momento agradable, finalmente hay un tipo de aficionado en el que pueden incluirse sí, efectivamente los dos modelos presentados anteriormente o bien presentarse en su modalidad de único y me refiero aquellos que son técnicos de fútbol.

Sí, los técnicos de fútbol, que sin haber entrenado alguna vez en su vida, sin haber tomado un curso y posiblemente haber jugado mediocremente en sus años de juventud, son las personas que observan el partido, y que sus comentarios te muestran su lectura del mismo, como si fuera un director de orquesta las oraciones de ¡qué buena jugada! Son sustituidas por ¡a la izquierda!, ¡no ahora toca a la banda!, ¡qué estás pensando!

Puede que miren el televisor o acudan al estadio con la mirada dura, rígidos, celebran el gol a discreción y exagerando un poco hasta tienen su cuadernillo para anotaciones, son perfectos para predecir las alineaciones, te hablan en idioma de 4-4-2, y para jugar algún video juego de este deporte se toman exageradamente el triple de minutos que los demás para decidir su alineación y hasta se quejan de que el juego les da pocas opciones para parar a su equipo.

Un tema crítico que rebasa la pasión por nuestro equipo, y en el cual se incluyen todos los tipos de aficionados antes mencionados, es el que tiene que ver con el equipo de todos, la selección nacional, y más la lista de convocados que siempre será polémica, todos se pueden quejar pero a final de cuentas, el entrenador nacional será el que cargue en sus hombros la responsabilidad de un proceso de selección adecuado. ¿Quién es el mejor juez para ello? Sin duda el tiempo.

Se han vivido diferentes procesos Lavolpe, Lapuente, Aguirre, Erickson, Sánchez, y sus listas al inicio resultaron polémicas porque siempre habrá quien la aplauda pero también quien la critique, pero al final repito el tiempo y los resultados serán los mejores jueces.

Así que como aficionados sólo nos queda mirar y tratar de entender la lista que siempre resulta un verdadero crucigrama de entender, pero hoy, como aficionado y observador de procesos de selección mundialista he enlistado algunos criterios que pueden cuadrar con algunas de las decisiones que los entrenadores toman y que muchas veces nos cuesta trabajo entender. A continuación la respuesta de por que se escogen

El consentido: El entrenador siempre tiene un as bajo la manga, un seleccionado que sin méritos propios llega al equipo, por ser un jugador que siempre ha estado en los equipos que el DT ha dirigido, es algún familiar, o bien un naturalizado. Algunos ejemplo de esta clasificación Gabriel Caballero para la primera era de Javier Aguirre o el “Chiquis” García para Ricardo Lavolpe

El jugador emblema: Este es un jugador clave que puede o no estar en el mejor momento de su carrera, suele ser un seleccionado de glorias añejas y que por mucho tiempo ha llevado el gafete de capitán o simplemente ha sido un jugador habitual en cierta posición de juego.

La excusa que el entrenador puede tener ante la prensa cuando se le cuestiona sobre este jugador es el factor anímico, el decir que es un motivador, etc. Casos como éste en su momento Claudio Suárez y hoy quizás Rafa Márquez.

El jugador de la afición: Este jugador es “populachón” es decir le cae bien a todos, puede ser polémico con la prensa y suele ser emblema en algún equipo local aunque no haya tenido la misma suerte en selección nacional. Sin duda quizás su aporte, dependiendo el momento que esté atravesando, podrá ser bueno o intrascendente, pero la afición clama verlo con la verde y suele ser un lugar que el técnico tendrá que considerar para algunos minutos en la cancha, si es que no alcanza el nivel para una titularidad, o bien un jugador de arranque de partido si es que pasa por un buen momento. Ejemplo Cuauhtemoc Blanco

El que vive su mejor momento: Por lo general pocos meses antes de un evento, se vuelve el goleador (la media cancha o la defensa no suelen ser para este tipo de jugadores), y por azar del destino un jugador que tenía su lugar en la lista como delantero cae en una mala racha y queda fuera de último momento, Ejemplo el “Chicharito” Hernández que vive un gran momento y que hace 7 meses ni siquiera figuraba en una posible lista mundialista.

Cada cabeza es un mundo y lamentablemente el proceso de selección de jugadores no es un método democrático donde todos pudiéramos ir a las urnas y escoger a los mejores, como dijimos el tiempo será el mejor juez y mientras tanto nuestro papel será el apoyar al máximo a nuestro equipo tricolor y mandarle la mejor vibra para que el jugador no 12 haga su papel y tenga el peso que debe tener.