Luz y sombra, El Regreso del Cuau

Por Daniel Fajardo 

-La fecha 1 del torneo se jugó a media entrada
-El puerto registró a nivel de Cancha 6 grados

Con la mirada al piso, a menos físicamente y negando una entrevista  a Televisa con su particular estilo es como concluyó el segundo partido (uno amistoso y primer oficial) del “Cuau” con la camiseta del equipo escualo.

Y es que las cosas quizás no han resultado como el jugador había pensado, tras la derrota sufrida en su único partido de preparación frente al Orizaba, el mundialista comentó que el fútbol en la liga de ascenso es de mayor contacto, los jugadores corren mucho y la marca es mucho más compacta, situación que hizo evidente el poco aporte que pudo conseguir la noche del sábado al caer su equipo en la fecha uno frente al campeón Necaxa.

Pese anotar el único tanto del equipo veracruzano por la vía de la pena máxima, el “Cuau” no fue lo que se esperaba. Necaxa cerró muy bien los espacios, movió mejor la pelota, supo contener a un equipo que de momentos dejó el fútbol por un estilo revolucionado que dio emoción a la afición pero poco resultado táctico y cuando regreso al toque, simplemente se exhibieron las carencias frente a un equipo que sin llegar con todas las figuras responsables del campeonato y, mostrando sus nuevas contrataciones, simplemente, citando las palabras mencionadas en la crónica de los comentaristas de TVC Deportes, despedazo el sector medio y defensivo del Veracruz.

En la cancha pudimos ver al líder que es Blanco, dando indicaciones, motivando de forma peculiar a sus compañeros y regañándolos cuando el único recurso para parar al equipo visitante era la falta, ¿pero qué es lo que puede aportar realmente a Veracruz?

Pase lo que pase, si las cosas toman el curso que deben tomar, el último partido del “Cuau” será en la fecha 18 por lo tanto, el equipo tiene 18 semanas para aprender a jugar sin él.

Del Olmo deberá aprovechar al máximo la experiencia del jugador, su liderazgo, Blanco por su parte deberá aportar su pasión por el juego, su coraje, su descaro y sus compañeros el talento que les puede aportar.

Tenemos dos personalidades que no deben confundirse, primero el jugador que, pese a su compromiso con la institución, conforme avancen las jornadas su mente estará cada vez más lejos en Sudáfrica, y en segundo el fenómeno mediático, que será el que mercadológicamente llenará los estadios, el que causará polémica, el jugador más importante en la cancha.

Pero si Veracruz quiere realmente que este medio ofensivo sea la clave del ascenso deberá ver a éste como el jugador y no sólo como el boom mediático.

Anoche sólo vimos el segundo, un “Cuau” al que todos le aplaudían, al que todos pedían le dieran el balón, al que sus compañeros le dieron el lugar de estrella, jefe y sintieron miedo de opacarlo, al que sólo miraban con la vista abajo como con un gran respeto y , con el que ligaron su segunda derrota consecutiva.

El jefe Blanco es un jugador clave, pero hay que darle su lugar futbolísticamente, el “Cuau” ha sido honesto al dar sus primeros comentarios, al mostrar su frustración en el rostro al terminar el partido, ¿pero los 10 más y el entrenador se habrán dado cuenta ya?

El camino al ascenso es complicado, y está más que demostrado que en esta liga los nombres no existen, existen los jugadores, los que se brindan en cada partido con coraje. Veracruz es de los equipos en nómina que mejor se ha formado, pero habrá que trabajar más sin se quiere que este año sea el año del tiburón y éste regrese a la primera división.