Simplemente, ¡No se vale!

Por Daniel Fajardo
La fuga de talentos seguirá siendo por mucho un tema pendiente

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Momento de contrastes la que se vivió la noche del sábado 4 de agosto en el Teatro de la Ciudad de Puebla en la Gala de Despedida de la bailarina Jazmín Díaz de León, por una parte la compañía de Ballet que la vio nacer en un acto muy humano y emotivo despide a una de sus mejores bailarinas de los últimos tiempos y por otra el sentimiento de frustración e impotencia que compartí al platicar con la directora de la compañía, Ivonne Robles Gil, que tras escenarios y con el telón abajo comentó “otra que se nos va”

La velada concluye con dos Solo Seal en el escenario, Abigail Miranda, actual integrante del ballet de Monterrey y egresada de la misma compañía poblana que ahora egresa a Jazmín, y esta última quien recibió la distinción Solo Seal recientemente siendo la única mexicana en obtenerla en el último periodo de evaluación de la Real Academia de Londres.
Ambas artistas despidiéndose de los escenarios poblanos, ambas artistas triunfando y haciendo trayectoria en otros ámbitos y mi único pensamiento que se conjuga con los aplausos y lágrimas de los asistentes es ¡No se vale!
Lo justo es que cada uno de nosotros pudiéramos descubrir nuestros dones y vivir de ellos, son un regalo, son la manera de construir un mundo mejor, por supuesto desde diversos ámbitos, un arquitecto en la construcción, un médico en la investigación, un bailarín alimentando el alma de la gente como cualquier artista ¿Pero qué nos encontramos en la contra parte? gente calculadora que deja a un lado sus instintos y busca solamente la manera de sobrevivir. ¿Cuántos hemos sacrificado nuestras motivaciones por hacer algo que sea redituable? ¿Cuántos tenemos una vida frustrada por no seguir estos instintos?

Muchos artistas poblanos, como en varios lugares, tienen que irse no solamente por la falta de espacios sino por la falta de medios para vivir de su arte, es curioso ver en taquilla gente molesta porque un evento cultural les cueste 50 pesos, ¿Qué no es gratis?, ¿Si es cultura no?, ¡Por eso la gente no se acerca!, ahora resulta que es el artista el culpable de la situación, su único delito, ¡Querer vivir de lo que hace!

No es solamente mirar al gobierno y decir ¿Por qué no hacen bien las cosas? Nuevamente es una situación en la que todos tenemos responsabilidad, me da gusto ver a muchos valientes en el escenario, luchando por un sueño, jugándosela por hacer lo que les gusta pero lo que no se vale es no apoyarlos, lo justo es que nuestra sociedad sea sustentable y que cada individuo pueda vivir de lo que hace, es una manera de promover el bien común, el artista no es un loco que en un escenario juega a ser alguien, es un alimento para nuestra alma y por su calidad, por el tiempo que invierte para lograrlo, es justo que pueda vivir de esto, es justo que les brindemos espacios y herramientas para lograrlo, son muchos los problemas que enferman a nuestro país, y estoy seguro que una de las curas más poderosas está en el arte y la cultura, sólo falta que probemos la dosis, que apoyemos al arte, que lo disfrutemos y paguemos tal cual pagamos una ida al cine, un café con los amigos o una comida en un restaurante.

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