Mi Coach Interior

Por Mtro. Daniel Fajardo
¿Qué es lo que necesitamos para cambiar nuestra realidad? es una respuesta que no debe tomarse tan a la ligera porque su resultado implica directamente un compromiso con uno mismo,
 ¡No hay ninguna excusa para una persona que sabiendo el camino que debe recorrer para lograr la plenitud decide no hacerlo!
Por ello esta respuesta nos da mucho miedo, damos un paso atrás y posponemos de muchas maneras hacernos esta pregunta ¿Qué es lo que necesitamos para cambiar nuestra realidad?
¿Qué es lo que espera amigo lector?, ¿un momento específico en su vida?, ¿un ideal de madurez? o quizás la idea suicida de ¡tocar fondo para entonces como el fénix resurgir de las cenizas y a partir de ese momento ser un hombre o mujer renovado (a)!
Si realizamos un ejercicio de autoconocimiento podremos darnos cuenta que quizás tengamos un poco de estos pensamientos y que en realidad la oportunidad de cambiar la hemos tenido en muchos momentos de nuestra vida, y que esta reflexión se acompaña seguramente de muchas consecuencias que pagamos hoy por no haber tomado esa decisión que en su momento simplemente requirió de valor.
Pensando en el tiempo presente, ¿Qué es lo que necesitamos para cambiar nuestra realidad?, es muy fuerte amigo lector lo que le voy a compartir y que generalmente en mis charlas con varias personas a las que tengo la oportunidad de escuchar y aconsejar cuando tratamos este asunto se convierte para ellos, y espero que hoy para usted también lo sea en un gran consejo:
¡lo único que necesitamos para cambiar nuestra realidad es escucharnos a nosotros mismos!
Sin rodeos, saber lo que necesitamos hacer no es una respuesta que encontremos en circunstancias externas, la tenemos en nosotros mismos, cuando tenemos un noviazgo conflictivo nadie más que nosotros sabemos que en realidad esa persona no es la correcta para nosotros, cuando queremos cambiar un hábito en el deporte y queremos salir a correr a diario no hay nadie más que nosotros mismos para saber lo que exactamente necesitamos decirnos para motivarnos y hacer las cosas que nos proponemos.
El papel del otro funciona a manera de consejo, de los demás ganamos sus experiencias de cómo lo lograron pero nunca vamos a encontrar en el otro la respuesta que desde un principio tenemos en nosotros para hacerlo.
Hay que practicar el diálogo interno, no hay mayor empatía con una idea que la que podemos tener escuchándonos a nosotros mismos.
Muchas personas creen que pueden lograrlo por ejemplo leyendo libros de superación, pero ¿por qué necesitamos comprar más de uno para realizar una acción?, porque no hay mayor respuesta que pueda generarnos una mayor empatía para realizar un acto que la que tenemos que decirnos a nosotros mismos.
Este diálogo interno puede y debe verse como un coach interno, ¡el más eficaz si así podemos llamarlo!
La voz que nunca se equivoca, el consejo más acertado porque nos lo dice alguien que nos conoce como nadie más, que sabe el historial previo y que puede decidir lo mejor para nosotros.El coach interno nos habla a diario, es esa pequeña vocecita que escuchamos antes de hacer algo o después de realizar una acción que nos funcionó o que fue una total equivocación, esa pequeñita reflexión que tenemos durante unos segundos, que a veces es solo una frase, ese es nuestro coach, ¿qué debemos hacer? ¡dejarlo hablar!
No solo tengamos esta experiencia pasajera solo por unos instantes, podemos convertirla en grandes reflexiones, una visión de una realidad que pasará de una simple perspectiva a una motivación poderosa por hacer las cosas.
¡Ese es el gran valor del dialogo con nosotros mismos, nadie más que tú tiene la respuesta acerca de cómo cambiar tu realidad!
Colaboración especial para