Por L.C. Daniel Fajardo
Esta semana fueron entregados los apoyos que el gobierno del Estado de México concedió a las familias afectadas por el nuevo desbordamiento del río La Compañía debido a una fisura en el canal y que consistió en una tarjeta de 20, 000 para la compra de electrodomésticos básicos.
Tras lo ocurrido el año pasado y al ver la situación de este y ver que la situación quedó bajo control 30 horas después, una de mis primeras ideas fue pensar ¿qué ocurriría si sucedieran varias fisuras al mismo tiempo?, ¿el gobierno tendría capacidad para repararlas? O bien un poco más extremista aun, ¿si de plano se rompiera el canal?
Pocos medios periodísticos le dieron espacio a estudiar las causas de las fisuras y se fueron más a grabar testimonios y seguir al gobernador, la prensa especializada hablo sobre fallas en las labores de mantenimiento, falta de prevención en las medidas de seguridad y monitoreo, en fin, ¡prevención!
Si revisamos muchos de los programas que el gobierno realiza podríamos encontrar un porcentaje muy alto en planes que se enfocan en solucionar problemas, tal como ocurrió ahora con estas familias quienes por segunda vez, en no más de un año de diferencia, reciben un “apoyo” del gobierno que en realidad no soluciona el problema con el riesgo latente de una nueva inundación en el futuro. ¿Por qué pensar sólo en medidas temporales, de rápida acción en algunos casos y no en las verdaderas causas del problema?, pareciera que el gobierno siempre va un paso atrás de la situación.
¿Cómo vemos a México en algunos años?, ¿qué problemas estarán vigentes para esos tiempos y qué podemos hacer ahora para prevenir y solucionar?
La situación de la obesidad, nunca pensé que México ocuparía la primera posición por encima de Estados Unidos, ¿no se pudo prevenir esto antes?, inmediatamente, y sólo cuando se señaló de manera internacional, México lanza diversos programas de acondicionamiento físico en las escuelas y algunas campañas tibias tirándole a frías en medios de comunicación para prevenir esta situación, ¡cuando el problema ya es una realidad!
Lo curioso es que si revisamos los problemas que ocurren en nuestro país, en todos los aspectos (seguridad, economía, educación por citar algunos) todos vienen de una mala planeación o una falta de atención de parte de las autoridades (sin quitar la responsabilidad de los ciudadanos por involucrarse en los procesos), y nuestro gobierno ocupa presupuestos y logística en estar parchando problemas en lugar de estar previniendo situaciones. No les quito el mérito por realizar acciones de respuesta, pero como bien dice el dicho “Una vez el niño ahogado a tapar el pozo”, Necesitamos un gobierno más de prevención y no sólo de acción.
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