Por L.C. Daniel Fajardo
Para muchos esta expresión por fin puso en su lugar a muchos medios de comunicación que escudados en una labor “periodística” se ven con el derecho de irrumpir aun cuando un artista está disfrutando un evento privado y que le corresponde a su vida personal.
O bien decir ¡ya basta! Al acoso de muchos medios que de igual manera en esa “labor periodística” no les interesa destruir vidas, dañar a terceros con tal de conseguir la nota, y como bien dijo el actor Odiseo Bichir, comportarse como auténticos ¡Chacales!
¿Acaso los periodistas deben ser intocables?, ¿no pueden cometer errores?, al otro día tras este evento la prensa de espectáculos indignadísima por la situación, argumentando un maltrato por el cumplimiento de su “deber”, en el programa “Ellas con las Estrellas” justificando a los periodistas que “pobresitos” si no llegan con la nota les pueden regañar, ¡por favor!, de entrada ese día Belinda no era la nota, la nota es la obra de teatro los actores, etc.
La productora comentó en una entrevista que sentía que la culpa era de la cantante, porque le pidió que atendiera a la prensa 5 minutos y la interprete de “Boba niña Nice” simplemente dijo que no, y por supuesto que la defiendo, ¡porque no por estar una cámara frente a ti tienes la obligación de contestarle y más si el evento no es tuyo!
Vámonos al punto de labor periodística, la urgencia de entrevistar a Belinda ¿para qué?, para saber por milésima vez si anda con Giovanni o es buscar la fórmula de ver correr a la cantante para simplemente “sacar la nota”, eso es un ejercicio fácil del periodismo, ya no hay investigación, ya no hay noticia, simplemente la nota es salir a provocar a un artista para verlo correr, ¿se necesita estudiar periodismo para lograrlo?, cualquier porro de universidad podría ostentar un título de periodista si la labor solamente consiste en esto.
El morbo es una fórmula que vende muy bien en México, veo muchas de las revistas en Sanborns que nos llegan de Estados Unidos, y en ninguna he podido encontrar lo que hay en México, mientras las del vecino del norte hablan sobre tips, información del artista (conoce mas a…, lo que hace fulanito en verano…), en México son ¡SE DIVORCIA!, ¡LO CACHAMOS PONIENDO EL CUERNO!, ¡LO DEJÓ SU ESPOSA POR INFIEL!, ¡SE OPERÓ LA NARIZ!, ¡AHORA LE DA POR LA BEBIDA!, si la bandera dice ser periodismo de espectáculos, ¿qué nos deja de utilidad como sociedad este tipo de información?
¿Queremos hablar de periodismo?, una buen reportaje sobre el detrás de cámaras de un programa, las cosas que no sabías de tu artista, fulanito te recomienda una rutina, lo que hace tal cantante para relajarse (un día con él), ¿no creen que sería igual de atractivo siempre y cuando se le echara “coco” a la nota?
Y sí, algo tan banal como la prensa de espectáculos también puede cumplir una labor social, ¿no creen que los mexicanos necesitamos escuchar de vez en cuando buenas noticias para al menos sentirnos bien?, te invito a checar noticieros de otros países y las tragedias, la corrupción, las infidelidades no son lo único que se publica, no son sólo “la noticia amable del día” como lo hace Lolita Ayala en su noticiero (una de cal por 30 de arena), en verdad a través de los medios existe un gran poder y uno de ellos es darle un poco de esperanza a la sociedad.
Si en Iniciativa México se realizó un pacto de “autocensura” sobre la violencia en México, ¿crees la prensa de espectáculos debería hacer lo mismo?
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