El juego del estira y afloja parece estar llegando a su fin y el final es el mismo de siempre, medidas emergentes para subsanar la mala planeación y el pésimo ejercicio de la política en nuestro país.
La cantaleta que no tiene final, ¡que sea el pueblo el que pague el error, subamos los impuestos!
Pero hoy esta situación tiene un contexto diferente, y es que la medida del gobierno en la crisis resulta absurda al querer buscar dinero donde no lo hay.
La estrategia en esta ocasión no ha funcionado, la marca cada vez más personal que nuestra sociedad tiene hacia el gobierno hace ver que estas opciones son inviables.
El impuesto para combatir la pobreza por citar algunos estaban destinados a ser simples distractores para mostrar que nuestros diputados trabajan y como premio de consolación darnos la sensación de que, por nuestro bien no todo fue aceptado, pero en donde nuestros representantes en la Cámara debieron sacar uñas y dientes para defender nuestros intereses, resultó la misma ineficacia de siempre, dar prioridad al aparato de gobierno encima de la población en general.
Pero más allá de hacer una sola referencia crítica de comentar los errores, construyamos la propuesta a partir del análisis.
¿Cuál es el resultado de estas medidas a corto plazo hoy en día? De entrada ser, según el canal CNN en español, el último país a nivel mundial que saldrá de la crisis, aunque para esta llegar a afirmación que ya es oficialmente una sentencia, podemos recordar una lluvia de declaraciones empezando desde hace dos años con nuestro Presidente afirmando que no habría crisis, que nuestra economía es fuerte y no dependemos de Estados Unidos… (sin comentarios)
Las medidas que nuestro país necesita hoy se basan en una palabra, “competitividad”, Si dependemos de Estados Unidos es porque así lo queremos porque no estamos listos para entrar a otros mercados donde sí seremos exigidos.
Hacer un país competitivo, será un país con igualdad de oportunidades económicas. No siempre es pensar en desempleo, alzas de precios y demás. Si las reformas se enfocan en ver la manera de que los mexicanos tengan más dinero, el gobierno no tendría que estar pensando en medidas para evitar la enorme evasión fiscal que actualmente enfrente nuestro país. No hay que estudiar en Harvard, ni ser economista para saber que si no hay dinero, simplemente, no se puede pagar, si no tenemos para comer, no será mi prioridad pagar un impuesto como los diputados creen es.
¿Qué va a pasar el día que los mexicanos no tengan para pagar lo que el gobierno pide a través de impuestos para mantener su estructura? Quizás vengan las verdaderas medidas en medio de una revolución total, que no sabemos como sea pero seguro la habrá, porque no es posible legislar como si no se fuera mexicano, lejos de la realidad subiendo más y más los precios, cuando los diputados por solidaridad se bajen los sueldos y no para buscar un ahorro, sabrán lo que es vivir con sueldos limitados y entonces buscarán las reformas que nuestro país necesita y no los ridículos parches que año con año nos presentan como verdadero ejercicio de la democracia.
Mexicanos, hoy más que nunca hagamos un marcaje personal a las actividades para este presupuesto 2010, busquemos formas de expresar nuestro inconformismo y hagamos valer nuestra voz y opinión, a través de correos electrónicos, charlas de amigos, cualquier medio es bueno, sólo no nos quedemos viendo como simples espectadores.
Las medidas hoy en día deben ser competitivas en miras de ver crecer al país a través de un fortalecimiento en la economía de todos.
