El otro torneo

Por L.C. Daniel Fajardo 

Dos torneos son los que llenan de sabor la liga mexicana de fútbol, por una parte el grupo que pelea el súper liderato y la calificación directa, que por cierto cada vez se reduce al grado que los puedo contar con una mano, y los que pelean la permanencia en el máximo circuito que también por cierto ¡ya necesito más de una mano para poder contarlos!

Entre ambos grupos están los indecisos, que son los que flotan a lo largo del torneo y que si los resultados no son favorables para la fecha 10 empiezan hablar de planear el siguiente torneo o bien de repente les cae una buena rachita y aspiran a colarse a la liguilla de panzazo ocupando las posiciones digamos de la 5 a la 8 y que tienen por característica que siempre en las dos últimas jornadas están ahí 8 equipos irregulares buscando ver quien por diferencia de goles se mete.

Lo curioso es que la liga cada vez se vuelve más interesante con el otro torneo, es decir los de abajo, desde hace 4 torneos la liga está sumida en tal crisis que prácticamente 10 equipos (incluyendo al poderosísimo América) han desfilado en esa distinguida lista donde un empate o un par de derrotas hacen que en cuestión de semanas un equipo que parece llevar un torneo simplemente irregular se meta en problemas de descenso, ¿qué hace a un equipo de primera meterse en problemas de este tipo?, quizás los que suben y vuelven a bajar tiene un poco de disculpa disque porque la liga es más competida, por que el presupuesto no permitió traer jugadores de nombre o simplemente por la poca experiencia de sus directivos y las malas decisiones pero ¿para un equipo que lleva tiempo en el máximo circuito qué puede ser? Sin duda la principal razón que se puede atribuir es UNA FALTA DE RESPETO, eso es lo que hace que un equipo descienda.

Hace tiempo comparaba al futbolista con el actor de teatro, el segundo respeta tanto al escenario que se dice que la única razón por la que se disculpa que un actor no se presente es porque está en la cárcel o porque está muerto, su entrega es tal que sea en una sala llena o con dos espectadores, la actuación se da como si fuera la última función de su vida porque sabe que el que manda y a quien se debe es a su público, pero ¿pasa lo mismo con un futbolista?

Falta de entrega, espectáculo mediocre, búsqueda de resultados conformistas es una situación muy cómoda para el 70% de los equipos de la liga quienes simplemente flotan en un torneo que cada vez es menos emocionante y más predecible.

Aquí el que se va a la liga de ascenso es pues el “que lo hace peor” simplemente así, pero para un equipo con experiencia en la primera división es imperdonable para su afición quien en todos los partidos está para apoyarlos y que paga el sueldo de los jugadores y les mantiene el negocio a los directivos, el jugador cuando se siente descendido lo único que hace es pensar en qué otro equipo puede colocarse y olvidar la situación dejándola como un mal recuerdo, y ¿la afición qué?

¿Qué sería si los jugadores del equipo que desciende quedaran inhabilitados por lo menos por un año para jugar en primera división? ¿Crees que los jugadores se tomarían la misma tranquilidad en su trabajo si se aplicara esta norma?

No es justo para la afición, es una falta de respeto no planear un torneo, no reforzarse, no esforzarse por mantener un nivel competitivo todo el tiempo, no entregarse y sudar la camiseta.

Casos como Necaxa, Puebla y Querétaro son vergonzosos, desde que hay torneos cortos llevan dos descensos, así como es una vergüenza para muchas aficiones que equipos como Tecos, Atlas, Atlante por mencionar sólo unos, llevan años jugando entre el descenso y la media tabla.

Este otro torneo empieza a ser cada vez más llamativo porque lamentablemente ahora son los de abajo los que le ponen emoción (por que ahí están casi todos), y los de arriba se esperan hasta la liguilla para dar un poco de mediocre espectáculo. Desde hace tiempo que las cosas se juegan al revés y podemos decir con toda razón que nuestra liga está de cabeza.