Laura Bozzo es todo un éxito gracias a México
Por L.C. Daniel Fajardo
Mucho hemos comentado acerca de la pobreza de contenidos en la televisión abierta en México, la cual desde hace poco más de una década ha hecho cada vez más evidente la crisis creativa que por mucho tiempo hemos sufrido y que ahora experimentamos como resultados; aunque hoy en particular no pienso hablar de este tema, sino quiero enfocar esta columna en el otro lado del medio y quizás el más importante, las audiencias.
Todos los medios de comunicación e información, sin excepción nos debemos a nuestras audiencias, y más desde el punto de vista del marketing contemporáneo, dónde los “productos” se construyen en función a los consumidores y no como se hacía en el anterior marketing donde el consumidor se ajustaba al producto y queramos o no, la televisión abierta crea productos que la gente consume.
Anteriormente estos productos eran contenidos, eso es lo que se vendía y por ello tenemos programas memorables de décadas pasadas (desde series animadas hasta programas de comedia denominados clásicos), pero hoy en día se producen formatos (formulas que puedan generar rafting comprobado).
Sobre estos formatos la industria de la televisión es muy fácil de entender, un horario específico debe contar, por razones comerciales, de una audiencia seleccionada (perfil) con una estimación de (raiting). Cada horario en la televisión tiene un record de consumo y un perfil de televidentes, información de gran valor para la parte comercial la cual se encarga de fijar tarifas dependiendo el rafting y perfil de los mismos. La televisión como producto de consumo tiene un uso dependiendo el horario y la audiencia que la vea, usos que pueden ser entretenimiento, información, opinión, por mencionar algunas.
Si damos unos pasos atrás al ensayo, comentábamos sobre las tendencias del marketing y su relación con el medio al ser ésta un producto. Por una parte tenemos que los productos hoy en día se ajuntan a sus consumidores y punto muy importante, los medios de comunicación e información en sus diversas representaciones (tv, publicidad, cine, radio) difícilmente, y más en estos tiempos, crean conceptos nuevos. En todo momento los medios se han nutrido para contar sus historias de la realidad que nos rodea, es por ello que el medio y sus contenidos pueden ser llamados un reflejo de la sociedad, simplemente porque es a partir de la sociedad y la cultura que los medios toman dichos conceptos para representar en la televisión las historias que llegan a casa, los comerciales con los que nos informamos e incluso la manera de decirnos una noticia.
Dos razones de peso que hasta ahora hemos citado, un enfoque comercial donde el medio se tiene que ajustar a lo que sus audiencias consumen (ellos ponen las reglas) y los signos que utiliza el medio extraídos de la misma sociedad.
¡La televisión en México es basura! Es lo que comentan muchos y como comunicador puedo aceptar mi parte de culpa y la del gremio por efectivamente presentar basura en la programación, por no apostarle a una labor educativa y traerle a México algo diferente, mostrarle una idea nueva y con ellos darle otro enfoque, de eso somos culpables, pero creo el problema no son sólo los medios sino las audiencias que nos dan el rafting, las preferencias del público que son las que dictaminan qué es lo que quieren ver en la programación.
¡Laura Bozzo es una porquería! Es lo que comentan mucho los televidentes, ¡qué horror de Televisa y Tv Azteca por producir esto! Estoy totalmente de acuerdo en ello, pero no olvidemos quiénes dan el raiting a estos programas, las televisoras no nos obligan a ver sus programas, aun con la excusa de pues no hay otra cosa que hacer, ¡claro que hay otra cosa que hacer! Simplemente apaguen la Tv.
Es de verdad alarmante la situación social de nuestro país porque si los contenidos televisivos son el reflejo de nuestra sociedad, ¿qué encontramos en nuestra programación?, violencia, ofensas, peleas, vulgaridad, sexo, etc. Cosas que no hablan muy bien de nosotros como sociedad, cosas que siguen dando como resultado, que nuestra Laura Bozzo sea la reina de nuestro rafting.
